Disfagia en la ELA
¿Qué es la Disfagia y cómo afecta a una persona con ELA?
La disfagia es la dificultad para pasar o tragar la comida y las sustancias líquidas, especialmente el agua. Es un trastorno habitual en las personas afectadas con Esclerosis Lateral Amiotrófica y suele aparecer de forma prematura en la ELA Bulbar (afectación inicial de la respiración, deglución y habla), mientras que en la Espinal (afectación de extremidades superiores o inferiores) tiende a aparecer en fases más avanzadas de la enfermedad.
En muchos casos y ante el temor de atoros, el paciente come menos y deja de tomar líquidos. Familiares y cuidadores deben estar muy atentos a este tipo de cambios que ocasionan progresiva pérdida de peso y deshidratación, por consiguiente, un debilitamiento muscular generalizado que hace que la enfermedad avance considerablemente.
Asimismo, sucede que, por las dificultades en la deglución, el paciente tarda mucho en terminar sus alimentos lo cual ya no es saludable porque le genera cansancio físico, pero también emocional, lo cual debemos evitar.
Los síntomas de disfagia deben ser identificados y tratados precozmente y hacer evaluaciones de manera regular para garantizar una buena nutrición mediante el cambio en la textura de los líquidos y los alimentos; esto ayudara a evitar la desnutrición y que, producto de los atoros, pase alimento a las vías respiratorias ocasionando neumonía por aspiración.
Adaptando la textura de los alimentos
De acuerdo al avance de la enfermedad, la disfagia se puede ir haciendo más severa y será necesario adaptar la textura y consistencia de los alimentos y líquidos. En este punto, será muy importante el apoyo y consejo de los profesionales en Nutrición y Terapia Orofacial.
Lo primordial es brindar alimentos con texturas de fácil deglución acompañados de purés diversos y de la salsa o jugo de los guisos, creando un bolo alimenticio compacto pero suave y sabroso. Evitar alimentos secos o que puedan dejar residuos en la boca.
En cuanto a los líquidos, preferir jugos de frutas que tienen mayor consistencia además de un alto aporte calórico y nutricional. En caso de ser necesario se puede usar espesantes que de preferencia sean en base a almidón de maíz ya que mantienen una buena textura y no generan residuos en la boca o en la faringe.
Existen espesantes en polvo y en gel que, de acuerdo a la cantidad del producto que se añada tanto a alimentos fríos como calientes, proporcionan diferentes consistencias:
- Consistencia liviana tipo néctar
- Consistencia media tipo miel
- Consistencia superior tipo papilla
Conclusiones
Se debe mantener un seguimiento nutricional constante del paciente con ELA para evitar que pierda peso, mediante la adaptación de la textura de los alimentos y líquidos de su dieta y mediante el suministro de suplementos; sin embargo, no se debe esperar a que la deglución del paciente se vea severamente afectada para evaluar la realización de una gastrostomía de manera preventiva, la cual facilitará enormemente el suministro calórico requerido así como los líquidos necesarios sin el riesgo de asfixia por atoro y reduciendo drásticamente la posibilidad de neumonías aspirativas.
